Aprender de las heridas
Qué blanda es la realidad y qué frágil es lo que llamamos normalidad. Un instante, un momento desafortunado puede romper la quietud de una vida monótona. Las quejas que existían en esa quietud son tonterías y agradeceríamos volver a esas incomodidades, que en estos momentos no significan nada ante el gigante que nos planta cara. … Leer más